Bienvenidos a estas palabras del alma. Que todos nos reencontremos en el instante de su eternidad.


Psicoanálisis de Mateo Morrison


( A propósito de Estático en la memoria y otros textos)
Por Jorge Piña
“Para mí, si algo existe de coherencia en la vida,
solo puede encontrarse en los senderos de la
poesía; sin ella todo sería árido”.
Mateo Morrison.
“!Desgraciadamente el análisis debe rendir las armas ante el poeta!”
Sigmund Freud
El psicoanálisis es una búsqueda epistémica de ser. El ser de la escritura, el ser del lenguaje o el ser de los sueños. La vía regia, al desconocido campo y objeto del psicoanálisis, el Inconsciente, siempre han sido desde Freud, el producto evanescente del dormir, los sueños, siendo este nada más que una de las formaciones del propio Inconsciente. Son la poesía, el relato, la autobiografía, la escritura, formas especiales de expresión de los motivos y posibilidades de la psiquis del hombre o de la mente humana. Se pueden atrapar los móviles inconfesos del sujeto creador y poeta por el camino de una hermenéutica psicoanalítica evocada desde la “Escuela de la Sospecha”, al decir de Paul Ricoer (Freud: una interpretación de la cultura, 1970 y enHermenéutica del psicoanálisis, 1975) la que inventaron el propio Freud, Nietzsche y Marx. “Hay que dudar de todo” dirían los tres, tras descubrir el uno la plusvalía del capitalismo, el otro los falsos ídolos de la humanidad y el siguiente, la verdad oculta detrás del sexo y los fingimientos del individuo. “El yo no es amo y señor en su propia casa”, dirá Freud para desterrar al hombre de su acostumbrado narcisismo con la razón, el creerse centro del universo u objeto único de la creación de Dios, y no de una cadena evolutiva con el animal que el propio hombre es, como lo hicieron también con los descubrimientos propuestos en su tiempo, Darwin y Galileo. Así Freud y Hegel coinciden en decir la misma cosa: “La conciencia es aquello que no puede totalizarse”. La verdad del Inconciente está en los deslices suaves del lapsus, en los relatos inocentes infantiles y en las historias escondidas en los poemas, cuentos y narraciones solo veladas por los recursos literarios de deformación y figuración de la metáfora y la metonimia, homólogos del desplazamiento y la condensación, como elementos esenciales de la elaboración onírica. Estableciendo con esto, y con esta aproximación textual psicoanalítica y hermenéutica a Mateo Morrison, como objeto de una aventura del acto del deseo y desde una teoría para la comprensión literaria.
Patricia Leyack (2006) sostiene que “Freud se sirvió en distintos momentos de mitos que la literatura transporta, Edipo, Narciso, Moisés. Incluso el mito de Tótem y Tabú, que Freud inventa, ya está presente en sus notas esenciales en los mitos recogidos por Homero y más tarde por los trágicos. Esos mitos, de los que Freud se sirve, no fueron para él ejemplificaciones de lo que venía elaborando sino más bien la materia prima con la que tejió nudos conceptuales importantísimos. En la literatura él encontró verdades articuladas que elevó a la categoría de conceptos centrales. En la tragedia de Edipo, por ejemplo, él supo leer una invariante estructural del sujeto. El mito de Narciso pasó a ser, en su elaboración, un nudo constitutivo de la subjetividad. Lacan, por su parte, pudo enseñar la ética del deseo con Antígona, la tragedia del deseo con Hamlet, la transferencia con el Banquete platónico. La humillación del padre en nuestro tiempo la pudo leer en la Trilogía de Claudel. Su atenta lectura de Joyce le permitió elaborar un concepto clínico decisivo, el sinthome, artificio que algunos sujetos encuentran y en el que se sostienen para atravesar la vida, remediando la falla de su estructura.” (Patricia Leyack (2006) La letra interrogada. Editorial escuela Freudiana de Buenos Aires).
Así que para Lacan, el psicoanalista francés, la otra vuelta de tuerca del psicoanálisis post-estructuralista y postmoderno para quien, el “Inconsciente esta estructurado como un lenguaje”, completando el panorama de la posibilidad del análisis freudo-lacaniano a La Cosa literaria dominicana. Fresco, entonces, en la memoria el Premio Nacional de Literatura de la República Dominicana, Mateo Morrison, será el primer poeta dominicano, sometido, al implacable rigor del psicoanálisis postmoderno y metatextual. El Inconsciente colectivo jungiano invita a ser elucidado en quien ha sido la verdadera historia viviente de la condición cultural de los dominicanos como peso de lo imaginario, la multiplicidad poética generacional, la ficción guerrera universitaria, la formación de jóvenes, la promoción artística y cultural y la labor de trabajo social de estado y de gobierno.
No haré una patografía de Mateo Morrison ni un intento de desciframiento clínico de la personalidad del poeta, para que queden las cosas claras desde el principio y la lectura continúe y a nadie en la audiencia le vaya a dar un patatús. No. No se trata de encontrar un hombre histérico, neurótico o loco cuya pulsión agresiva frustrada por la fallida revuelta de abril del 65, sublima su dolor en la poesía y en los avatares de la cultura y el libro. Ya hace diez año escribí una patografía y radiografía psicoanalítica de una poeta y periodista nuestra. Llena de claves y de fantasmas. Y todavía corre la sangre, el odio, la revancha, la inquina y el dolor por las calles de Manhattan. En esta ocasión, como apunte breve, me voy a limitar a situar desde un libro: Mateo Morrison Estático en la Memoria y otros textos (SANTURARIO, 2009, 90 páginas, República Dominicana), un corte hermenéutico para la compresión psicoanalítica total del escritor y poeta, Premio Nacional de Literatura 2010.
“Desde el átomo gris
donde dicen se engendró
mi existencia
hasta el voluminoso cuerpo
que padezco.
Millones y millones de células
Seguirán danzando.
Yo nunca pedí nacer
Pero ya me he acostumbrado a esta vida.
¿Por qué tanta prisa?”
(Pág. 37)
Este texto tiene 11 poemas, 5 relatos, una excelente entrevista hecha por el también poeta Valentín Amaro, “Encuentro con Mateo Morrison” (desde la página 51 a la página 77), una biografía extensa y una bibliografía activa y otra bibliografía pasiva. Esto es todo lo que necesito para el psicoanálisis de Mateo Morrison. Más el hecho que fui su médico por un día en el dispensario de la UASD en fecha aproximada entre el 1992 y 1993. Entró al dispensario sudorosa y acongojado. Buscaba un médico vio que era yo y se sorprendió. Lo examiné, le tomé la presión, ausculté su corazón y lo declaré, para siempre y para mis adentro: poeta sano para toda la vida. Sorprendido estuvo Mateo de ese encuentro como lo hizo una poeta cuando yo vestido de bata de doctor, en la Maternidad del Hospital del Seguro Social, la poeta Aurora Arias, me pregunta, en una noche de emergencia, “pero Piña, ¿que tu haces con esa bata verde aquí? Y es la misma repuesta de un compañero del Taller Literario Cesar Vallejo de la UASD que en mis años de director del mismo, dijo, sí el doctor Piña, sí, sí, doctor en poesía! Es decir, que conozco al sujeto y su obra, fue mi jefe, mentor y guía en la cultura por varios largos años, desde el 1985 hasta 1993, cuando vine a residir a New York.
“El metro
Inaugurado el metro
no podrás verme pasar
en el desvencijado minibus
que unía nuestros ojos.
Elegir entre el metro
y la ventana rodeada
tu rostro es difícil.
Este me traerá miles de caras.
Pero la nostalgia me matará
lentamente cada vez que tenga
que ir al trabajo sin tu sonrisa
que ahora se esfuma
a través de los vagones
de la modernidad”.
(Pág. 31-32)
¿Qué hace que un escritor sea poeta fiel y duradero y poseso del don de la palabra y el verbo, mueva la vida, la gente, la familia hacia la incertidumbre y se lanza a conquistar al mundo y sus problemas, la cultura y sus entuertos, el arte en su inmisericordia, sin la posibilidad de la recompensa? ¿Qué está detrás del poeta Mateo Morrison como móvil secreto y como verdad no revelada aún?: ¡alguien quiere saberlo!: “las muchachas”: Dice Morrison “Ya en la escuela miraba las muchachas, las veía sonreír, las contemplaba mientras caminaban y eso me llenaba de algo que después descubrí que era poesía” (página 54). Esa verdadera patria de la infancia de Morrison que él dice que fue “agradable” y que al dedicar muchos de sus libros a sus padres (Egberto Morrison, jamaiquino, y Efigenia Fortunado, Dominicana) tuvo que ser, de nuevo la mujer, la fuente y motivaciones de la fructífera carrera del poeta Morrison. Ni el fervor por la lucha armada, por la revolución, los grupos políticos, ni las marchas militantes, ni los mítines populares llenaros los cuadernos de poesía, ni los próximos 6 hijos por nacer ni su posible carrera de médico, ni la ya anunciada, en sus sueños verbales juveniles, Generación de Postguerra. Nada pudo con el poder absoluta, in-nombrado, inmanente, omnipresente de: “las muchachas”.
A pesar de Aniversario del dolor (1973), Las Palabras están ahí (2008), entonces, por qué el debate interminable de que si Mateo Morrison es un poeta del amor o de la pólvora, el machete o el fusil: “Mi primera poesía es fundamental amorosa” (Pág. 55) y comienza parafraseando a Pablo Neruda con algo que escribió que dice así: “Veinte poemas a tu tristeza y una canción a tu belleza”. Este poema juvenil nunca llega a publicarse por razones obvias, naturalmente. Luego vendrán los “dos medios día” de acuerdo a Paz: Neruda y Vallejo, también Lorca, Miguel Hernández y Aimee Cesaire de Cuaderno de retorno al país natal. La poesía social vendrá luego como vendrán también los grupos, La Antorcha y el Taller Literario “César Vallejo” en 1979. Sus dos maestros estarán ahí: el haitiano Jacques Viau Renaud, y también Juan Sánchez Lamouth y un singular escritor norteamericano: Walt Whitman, y la admiración de su padre, el Poeta Milton de Paraíso perdido, del cual un hijo lleva su nombre.
“La esencia de la música de bob Marley
Aún no se ha captado.
Se necesitarán muchos años
para que sobre una tumba
disuelta por los aires de Jamaica
se encuentren las primeras notas
que hicieron en su guitarra
un himno que ahora oigo
desde mi iPod”.
(Pág. 35)
No es la patria bien amada, o la trinchera del honor, ni los sueños revolucionarios, ni las ganas de cambiar y transformar el mundo, lo que mueve y movió al poeta en su nacer primario infantil y fundacional. No. Son: “las muchachas”. No. No fueron “Neruda, Vallejo, Héctor J. Díaz y el Bolero”, ni “Un vendedor que prefirió la lira”, ni la “Disciplina, militancia y desprendimiento”, ni siquiera “Los coquis como afrodisíaco”, ni “Se incendiaban las sabanas tras la lluvia”. Ni las visitas de Carlos Marx o Lenin, ni las pinturas de Dionisio Blanco. Ni los poemas favoritos a Amelia Ricard, a Efigenia, su madre, sus hijas Berioska y Samantha, ni a sus otros hijos, ni a sus nietos. Ni a su primera novela: Un silencio que camina, ni la del porvenir El maestro que yacía en el tren.
Talvez Iluminada, la primera muchacha de Mateo. Pero ni mucho menos su libro “Política Cultura, Legislación y Derechos Culturales”. Ni el total de los cuatro libros que se ponen a circula hoy. Eran: “las muchachas”. Móviles y claves del ser poético de Mateo Morrison. La verdad secreta detrás de sus versos y de su pasión de siglos por la literatura, la cultura y la escritura, está en: “las muchachas” o el amor o el Eros sobre el Tanatos o el siempre “amoroso ente”. “Lo latente en Mateo, según Lacan, es una evidencia que espera su puesta en evidencia”. De ahí se deriva pues todo el “universo escriturario” de Mateo Morrison. Y es esto lo que le permite posicionarse, por más de 40 años, en el lugar del gran Otro: el “tesoro de significantes”, o de manera general, oráculo popular y estatal de la cultura dominicana. “He ahí su más genuino secreto”, dirá Freud.
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Texto leído en la puesta en circulación de cuatro libros de Mateo Morrison, Premio Nacional de Literatura 2010 de la República Dominicana: Pasajeros del aire; Política Cultura, Legislación y Derechos Culturales; Estático en la memoria y Espasmos en la noche.
Viernes 19 de Marzo, 2010.
Comisionado Dominicano de Cultura en los Estados Unidos
Washington Heights, New York.






Por Bernardo Silfa Bor

Un poeta. Un escritor. Un artista de la lengua y el lenguaje. Un ser que se trasfigura en múltiples entidades de existencia en su decir estético. ¿ Acaso éste es un ser de gravitaciones divinas en los Olimpos de los círculos mitológicos que en la actualidad las sociedades no importantizan como lo hicieron los griegos?
 
El poeta es una supraconciencia. El escritor es todas las esferas sociolexicas del hombre. El artísta es la suma de niveles naturales de reafirmación en los diversos lenguajes humanos de espirales ascendentes en tiempo-espacio. Poeta, escritor, artista... Divina esencia... Reflejo reflactado... creador creado.
 
¿Será verdad, me pregunto, que el poeta sea un “pequeño dios” como lo calificó Huidobro en correspondencia con su concepción creacionista del hacer artístico y literario y antes que él Rimbaud? ¿No será el escritor y el poeta un ente producto de su entorno social y, por consiguiente, no un dios, como lo califican el señor de Altasol y el vidente de Una Temporada en el Infierno, sino por el contrario, un habitante mortal y terrenal igual que los individuos que coexisten con él en los mundos reales e imaginarios eternizados en cada creación?
 
Este Ser –poeta, escritor, artista- que atormenta con sus delirantes tramas laberínticas, metafóricas y simbólicas enraizadas y construidas desde los pantanos de la realiadad imaginaria y ficciosa de la existencia, es alma luminaria que equilibra los distintos pulsos sociales en los cuales pervivie con sus asombros exhorbitantes. Todo creador, entonces, es un ente sicosocialmente reflexivo de las problemáticas generatrices de sus comunidades prácticas (escenario de hábitat) y comunidades interiores (esferas emotivas), las cuales en confluencias de hibridad se reflejan centelleantes como denuncia y como enunciación en los sustractos que reescriben, conscientes o inconscientes.
 
El poeta y escritor Rannel Báez, como sujeto contextualizado, no escapa a esa condición de Ser Social que prima en el hombre hacedor de Arte y Literatura de permanencia. No es ajeno a esos rasgos de cotidianidad sociohumana, por lo tanto todo ello estará presente en su obra. Y es que las obras son un tanto como sus autores, o bien, los autores como sus obras. Ya lo hemos sentenciado: un autor es el producto de su entorno social y, por lo tanto, sus productos artísticos y escriturales. Por lo que, necesariamente, es el contexto de este poeta.
 
Este es uno de los elementos que me llevan a afirmar que es esa cotidianidad sociohumana presente en los textos de Rannel, lo que ha permitido una justa y verdadera valoración de dimensiones extraordinarias de su labor escritural, a través de sus libros publicados, que son de varios géneros, siendo cada uno, hasta ahora, aceptados en los estamentos intelectuales del país.
¡Qué saludable ha sido para nuestra literatura contar con una figura fresca, dinámica y ya de resonancia internacional como lo es Rannel! Esto lo digo, no por el Premio Internacional de Poesía que acaba de obtener, sino por su calidad de escritor y poeta probada en los diversos escenarios –foros y encuentros- donde ha participado, siendo estimado como lo que es ¡un excelente poeta! y ¡un brillante escritor!
Rannel Báez es uno de esos seres creadores de literatura, poesía y arte que, indudablemente, hemos de llamar ¡para siempre! Poeta. Esto, lo confirma el hecho de haber tenido –como la han tenido muy pocos jóvenes escritores del país- una trayectoria escritural de éxitos. Ese éxito de Báez, decimos, se debe a la alta calidad estética con que aborda sus temáticas y a ese grado, que para mí es superlalivo, de responsabilidad en su quehacer creativo. Esto sumado a una clara conciencia de su cómo, su por qué y su para qué escribe, observable en todo su universo textual. Es ese saberse compromisario con una actitud estética, reafirmo, lo que hace de Rannel un creador de conciencia, un credor que conoce el camino que transita tras la búsqueda de su destino último -si es que los poetas tienen un destino y además último-. Esos perfiles, que en el poeta los siento afianzados, es lo que le ha hecho merecedor, a nuestro entender, de los diversos logros y méritos que todos les reconocen en su joven carrera de escritor y de poeta.
Rannel es un poeta subvertidor de realidades. Un escritor violador y contradictor de lo tradicionalmente establecido. Un fajador de las letras que hace gala de un lenguaje explosivo que se esparse bullicioso por sus espacios de escritura, delineando unos juegos de imágenes ágiles y a la vez comunicativos de los volcanes que explosionan en su ser creativo. Necesariamente, un artísta esperimentalista con valor estético como lo es este autor en sus textos, tiene que conmover los simientos más sólidos del crítico-jurado o la crítica misma como instancia de análisis y ponderación de la sustancia artística escritural. Eso mismo, sencillamente, le sucederá a todo lector que entre en diálogo con sus textos. Son estas ponderaciones positivas de valor -y hay que decirlo con énfasis- las que elevan a la cúspides del parnaso a un determidado autor, que en este caso particular es Rannel Báez.
En este extraordinario poeta y escritor nuestro, y ya de todo el orbe –ese mismo mundo que Báez poeticamente califica como Per-Verso-, los reconocimientos y premios no se le han otorgado por afinidades amistosas ni de ninguna otra índole, como es bien sabido ha cocurrido con otros autores del país.
 
Hasta ahora este poeta ha sido un desconocido, es decir, que sus premios se han debido a la calidad de los textos. Pero un desconocido –y hay que aclararlo- por la complicidad de los “gurúes de la literatura nuestra” que se han erigido santificadores y certificadores de lo que a su juicio parcializado es un buen literato o una buena literatura. ¡Ah sorpresa para la historia, y ellos mismos! Ya lo saben, en estos confines de provincianía emerge con ímpetus de gigante una gran camada de poetas y escritores tendentes a ocupar sitiales de preponderancia en los registros de nuestra historia literaria, por encima de aquellos que les han incentivado con el silencio y el anonimato.
Es hora de decir que Báez tiene en su haber todos los premios del desaparecido concurso de literatura de Athene –que todos esperamos se rehabilite-, el Premio Nacional de Poesía Gripac del 92, el Premio Nacional de Teatro de la UCE del 2000 y recientemente le fue obtorgado el Premio Internacional de Poesía Casa de Teatro.
 
Esta trayectoria de premios, en distintos géneros, reafirma lo que hemos expresado sobre el poeta del Orbe Per-Verso. Y lo hemos expresado con toda la responsabilidad de causa que tenemos para hablar de este poeta, porque como dijimos en el trabajo “Avuelo de pájaro por los cuentos de Rannel Báez” que escribieramos para presentarle su libro “Cuentos Desechables” por las provincias del país, conocemos su obra, su vitalismo existencial y su pensamiento estético filosófico. Este conocimiento del universo textual del poeta y de su pensamiento estético –que ya lo sabemos definido- nos da la autoridad ética y de causa crítica para definir el perfil de escritor de Báez, que hemos descodificado en la vastedad de estas ponderaciones.
Del Poeta Rannel Báez, puede decirse, sin ningún dejo de equívoco, que es un joven lucero irradiando el cosmos cultural, literario e intelectual dominicano. Por lo tanto, esas virtudes que le signamos, se fundamentan en una verdad concreta plasmada y visible en sus libros publicados: “Cuentos Desechables”y “Teatra”, así como en el libro Ober Per-Verso premiado en el Concurso Internacional de Poesía Casa de Teatro, el cual la Casa publicó recientemente. Remitimos, pues, a la lectura de estos textos para el goce y reafirmación de cuanto decimos.
Esas mismas sustancias gelosas habitantes de sus mundos estéticos, respiran y se mueven en las páginas inéditas de este prolífero poeta-escritor. De ellas pasaremos a hacer algunas disquisiciones tendentes a fortalecer la configuración de los perfiles que aquí presentamos del poeta.
Para mi resulta interesante las vinculaciones e incorporaciones que hace Rannel de elementos novedosos de la tradición pueblerina, los cuales él con su fino olfato de sabueso experimentado convierte en materia poética y literaria de calidad, seguro como Neruda de que “todo es objeto de poesía”. Como ejemplo de lo anterior está la transposición que hace el poeta con la danza folclórica “La Mangulina” a esquemas escriturales, a partir del cual crea todo un sistema de juego poético funcional, trasladando a unos planos de estructura poética las experiencias pueblerinas, y las suyas, junto a los códigos, compases y armonía musical de este ritmo folclórico, para estructurar con esos elementos conetivos un conjunto unitario que él ha denominado Poemangulina en su libro inédito “Azuanías bajo el Sol”. En esas Poemangulinas este autor perfila una dinámica, hábil, brillante y significativa fusión de géneros.
O bien, podemos decir, reiterado, que este poeta es un sublevado en sus textos y que es un implacable rebelde del lenguaje y de su entorno, lo que le forja un socioléxico de explosión inaudito con el cual asume su pepel de escritor y poeta de alto vuelo de cristicidad. Éste, y los demás perfiles que hemos ido delineando del poeta Báez, lo hemos extraído de las lecturas realizadas a sus libros, publicados e inéditos.
En sus libros sin publicar, entre los que se encuentran: “ Pósimas”, “Rezos Armados”, “Evas y Aves”, “Azuanías bajo el Sol” en poesía y “Nudos y Alfileres” en cuento, este poeta muestra esa vena sensitiva y ese carácter sensorial que tiene todo creador. Así, entonces, el poeta se manifiesta sugiriendo las “pósimas mágicas” que a su entender han de transformar y cambiar ese Orbe Per-Verso que denuncia en todo su universo literario.
Como se ha podido percibir, nuestro intento, es reafirmar los perfiles que hacen de Rannel el poeta que decimos es. Por ello presentamos un autor visionario y consciente de su rol, cual Nostradamus, que vislumbra las plagas que se abalanchan sobre el hombre atocigándole la existencia y, que él, como ente atormentado las asume y las divulga en su vuelco poético y narrativo apasible.
Quiero enfatizar que el pensamiento estético de Rannel es confeso de sus convicciones. Que en él hay vertido toda una cultura de vida resabiosa -de origen nietzscheano- contra la divinidad cristiana, contra lo establecido y contra todo lo que no encuadre en su pensamiento geométrico abierto y ascéptico acerca del mundo y sus derivantes. Carácter este que le signa una encumbrada madurez reflexiva, fundamental para todo poeta, escritor o artista.
Quiero decir, además, que Rannel asume sus estadios de existencia como actitud y como concepción vitalista de lo estético filosófico rezando sus pósimas alentadoras a ese Orbe Per-Verso que le acoge y que se le brinda como materia esencial de producción escritural. Quiero decir, también –y aquí lo digo-, que la festividad del Premio Internacional de Poesía de Báez, así como la de los Premios de Athene, la del Premio Nacional de Poesía de Gripac y la del Premio de Teatro de la UCE, es, también, la festividad de la joven poesía y la joven literatura del país. Todos estamos con Rannel, y las festividades de sus premios, llenos de gozos y alentados a seguir enardeciendo el nombre literario de la República Dominicana.
 




* Texto leído como discurso central en el acto homenaje que le rindió la comunidad
azuana y la Sociedad Cultural y Literaria Athene al poeta y escritor Rannel Baéz en ocación de obtener el Premio Internacional de Poesía que patrocina La Casa de Teatro.

* Bernardo Silfa Bor: poeta y escritor, miembro del Círculo Literario Azuano (Ciela) y del Taller Literario Juan Sánchez Lamoath. Educador y Comunicador Social. Ha publicado el libro de poemas “Hacia la otra senda de la luz”. Es Premio Nacional Sociedad Cultural y Literaria Athene 1995 y Premio Internacional Casa de Teatro 2004 con su poemario Máscara de la Imago.

POESIA EFLUVISTA DE VIRGILIO LÓPEZ AZUÁN

HORIZONTES
AUTOR: VIRGILIO LOPEZ AZUAN
POESÍAS DEL EFLUVISMO

Todos los horizontes están en tu luz, en el resumen del llanto, en la gota alegre del aire que respiras. Son líneas escapadas del sueño y del amor, de los candelabros encendidos por dentro. Todos los horizontes están entre el cielo y mar, mundos tan grandes y profundos que a penas miramos. Son rayos horizontales en el vertical de la esperanza, en los pretiles del instinto, capaces de doblar el acero y el miedo. Los horizontes están llenos espadas para tomarlas una por una y conquistar el alba, la ventura total de la ternura. Entonces, recibamos sus rosas, sus días encandilados de la sal que nos mueve, y seremos distancia, tiempo presente de lo profundo, siendo simplemente llanos, planos convergentes. Los horizontes saben al té de las seis, que circula en los cuerpos con sus flores de azúcar. Todos lo horizontes salen de ti y de mi, y se dibujan en el cielo con el mar de fondo. Son notas de piano, en las tardes de Chopin o son quejidos de asnos, cansados de la carga. Los horizontes viajan, corren, vuelan, y penetran a los árboles y suben a las montañas, y por debajo de la tierra, en los dioses  minerales y encima del cielo. Se estiran y se lanzan, en chapuzones se bañan, y si se pierden por un instante ellos nos asaltan la cara. Los horizontes son muchos como los dedos de las manos, puñados de visiones florecidas. Todos los horizontes están llovidos de diamantes, son guerreros en batallas, son los oasis del Sahara.  Los horizontes están en tus manos, puñados de intentos, están en tu alma como velas encendidas con llamas coquetas. Los horizontes nos unen y con ellos penetramos, por la raíz de los árboles, a las hojas y a las flores, a todos los ojos y el llanto. Y entramos en el perro, en las palomas y el águila en vuelo, y entramos a los luceros, al agua y al fuego. Y seguimos circulando entre todas las cosas para hermanarnos. Y nos vamos y regresamos y volvemos a marcharnos. Con los horizontes nos vamos por el hombre y la mujer, y en sus venas circulamos y en sus corazones explotamos en rayos siderales. Están llenos de agua, de árboles pintados en un cuadro morado. Parece que están lejos a los ojos humanos, pero están muy cerca a un paso del verbo, donde la palabra tiene lunas de octubre brillantes y enamoradas. El horizonte se hizo  plural, con la S de la llama, del fuego crepitado en la fragua del alma. Se ha multiplicado para que a todos nos toque algo, y tengamos la luz en el desamparo. Todos los horizontes son brillos de los peces, del caballito de mar circulando con su diamante. Todos tenemos los horizontes guardados en el verso que vuela, en la voz, en las manos, en los pasos caminando.












DE VIRGILIO LOPEZ AZUAN A BERNARDO SILFA BOR


HOLA:
Gracias amigo y mi muy siempre apreciado Bernardo. Sé que tus consejos son sanos y que vienen del hondón de tus cavilaciones. Pues, igual que otros, me han dicho que escriba sobre la teoría del efluvismo que concibo… Bueno… Te digo que nunca pensé que el Efluvismo sea un movimiento o una propuesta estética a la altura digamos de la Movimiento Internacional de Metapoesía, o el Interiorismo, o quizás el Estructuralismo y hasta el Informalismo, que ya tienen presencia en el escenario nacional e internacional de las ideas. Siempre diré que nunca formaré un movimiento, que los movimientos se forman con la evolución de la práctica y con los seguidores de esas ideas… La verdad es que la poesía que está mostrando algunos de mis lectores da muestra de mucho crecimiento pero aún sin un norte específico a seguir… Como podrás observar en facebook, he lanzado un esquema que define gráficamente el mundo efluvista en sus primeras ideas concebidas. Ese esquema ha sido aceptado y los lectores están orientando su poesía sobre estos conceptos e imágenes.

Ahora bien, mi querido amigo… En este momento estoy trabajando con 10 estudiantes del politécnico de Azua y pongo a prueba lo que he ideado con respecto a la TÉCNICA del efluvismo, porque repito, es una TÉCNICA, que puede convertirse en instrumento para catapultar el movimiento del mismo nombre, si este encuentra eco en los creadores.

Ni en publico ni privado he dado a conocer la técnica el Efluvismo que he creado y no lo haré hasta que no la pruebe bien en otros creadores, con criterios de comprobación… A lo mejor esa técnica solo funciona para mi y en otros no… Eso es lo que quiero demostrar… Si en mis ensayos prácticos encuentro comprobación de mis ideas, toda la teoría del Efluvismo será dada a conocer, de lo contrario esto que estamos compartiendo pasará al olvido…

Ahora bien, tiene que pasar tiempo para que las ideas, nazcan, crezcan, se reproduzcan y hasta que mueran... El efluvismo está naciendo… No ando con esa prisa bárbara de los grandes espacios por los grandes espacios de popularidad que puede generar este tipo de actividad… Hay mucha gente muy buena en el medio que han madurado sus conciencias y la están poniendo al servicio de los demás: es el caso de los del MOVIMIENTO INTERNACIONAL DE METAPOETAS, cosa que admiro y comparto muchos de sus postulados.

Mi amigo poeta Bernardo… Estoy muy contento de esto que está pasando en mi poética… Solo le pido a los que me aprecian que me den tiempo para madurar algunos conceptos y técnicas de las cuales soy neófito.  Hay personas que despegan su vuelo sin dar un paso hacia adelante, baten las alas y sobre el viento ingrávido se elevan para levitar en un mundo de esteticidades jamás imaginables… Hay otros sin embargo, que preferimos caminar, dar pasos lentos e irlos enseñando a nuestros discípulos, sin esas poses de erudición y sin avasallamiento, pensando en que todos podemos volar juntos. Yo no sé si el poeta Antonio Machado fue honesto al decir que:”Nunca perseguí la gloria/ ni dejar en la memoria/ de los hombres mi canción”. De lo que estoy seguro yo es que no me importa ni la gloria ni la memoria, que mi super ego ha sido dominado por el Efluvismo y que siguiendo postulados socráticos, en entendido que somos pompas de jabón en un mundo que fluye.

Entonces, solo te invito a que me sigas como lo hago yo contigo… Te invito a que veas mi proceso de madurez, el cual espero que se siga reflejando. Un día te dije que vi en ti el aliento de Borges cuando a penas balbuceas versos y te bautice con el sobre nombre de Bor. No me equivoqué y estoy contento de ello… tus caminos son labrados con las hermosas herramientas estéticas que posees… A lo mejor yo sea quien te siga como maestro… Tú has encontrado tu manera de expresión en el MOVIMIENTO  INTERNACIONAL  DE METAPOESÍA, que te estimulan y te quieren, y al cual tú honras.

Deseo para ti lo mejor de los éxitos, tu avance espiritual y material, y sobre todo tu armonía con el cosmos…

UN ABRAZO DESDE ESTA ORILLA

VIRGILIO LOPEZ AZUAN
18 DE MARZO 2010
5 DE LA TARDE


Minicarta para el Poeta Efluvista de su amigo Metapoeta 


Estimado Virgilio.

Muy bueno este HORIZONTES y toda tu Poesía Efluvista.

          En el tránsito de tus publicaciones he visto que la Poesía del Efluvismo avanza. Y me alegro por ti, por la poesía y la creación. Me alegro porque vives una segunda vida poética y creativa de niveles excepcionales.
          Tus efluvios, en el panorama de la literatura nacional y mundial –vía internet- abren otra ventana de creación. Posibilitan otra vertiente del decir poético con tonadas aromadas de metalenguaje que le hacen colindante al metapoema. Indicativo éste que se dice y sustenta en los textos teóricos que has compartido en la red desde aquellos intercambios de ideas (efluvista-metapoético) sostenido con nuestro querido amigo común metapéta Ike Méndez en esos comienzos efluvistas. 
          Mi siempre recordado amigo, dada la excelencia poética efluvista que degustamos cuando nos acercamos a esta nueva  Poética tuya, pienso  (y lo hago desde mi humilde comprensión) que las muestras teóricas presentadas hasta ahora acerca del Efluvismo no son lo bastantes contundentes como lo son los textos. Esta afirmación la hago en la certeza de haber estudiado cada uno de los documentos que has publicado en tus espacios de internet.
          Sigo pensando Virgilio, y a la vez TE ANIMO –y este es el propósito 
fundamental de estas líneas- a profundizar, a reflexionar y a escribir mucho más para alcanzarle, AL EFLUVISMO, ese mundo teórico explicativo
que todo movimiento de creación posee. Sé, amigo, que la modestia te invade al no dimensionarlo así. Pero, te confieso por lo que he visto, que con EL EFLUVISMO, haz cimentado las bases del movimiento dominicano de la última década. Amigo y hermano te insto a darle el carácter que ya se han ganado tus efluvios.        
           En ese sentido, el Efluvismo debe seguir madurando. Por lo que debe asumirse como proyecto-corriente de creación, sin la timidez justificativa de un particular hacer-decir. La Poesía del Efluvismo debe plataformarse sobre una estética, una ética-moral y una filosofía que le dé fisonomía e identidad en su pureza. No hay vuelta atrás. La apuesta Efluvista está lanzada y  marcha. Ahora tienes que prepararle la infraestructura e iniciarla en los avatares confrontativos y críticos de esta realidad posmoderna. Sé que no era la pretensión, pero hay que seguir. Dale esa satisfacción a las letras nacionales y universales.

Tu siempre amigo y hermano


Bernardo Silfa Bor










(Por Camilo José Cela, descanse en paz, coño)














Quiero el día que yo muera 
poder donar mis riñones,
mis ojos y mis pulmones.


Que se los den a cualquiera.
Si hay un paciente que espera
por lo que yo ofrezco aquí
espero que se haga así
para salvar una vida.
Si ya no puedo respirar,
que otro respire por mí.

Donaré mí corazón
para algún pecho cansado
que quiera ser restaurado
y entrar de nuevo en acción.

Hago firme donación
y que se cumpla confío
antes de sentirlo frío,
roto, podrido y maltrecho
que lata desde otro pecho
si ya no late en el mío.

La pinga la donaré
y que se la den a un caído
y levante poseído
el vigor que disfruté.

Pero pido que después
se la pongan a un jinete,
de esos que les gusta el brete.
Eso sería una gran cosa
yo descansando en la fosa
y mi pinga dando fuerte.

Entre otras donaciones
me niego a donar la boca.
Pues hay algo que me choca
por poderosas razones.
Sé de quien en ocasiones
habla mucha bobería;
mama lo que no debía
y prefiero que se pierda
antes que algún comemierda
mame con la boca mía.

El culo no lo donaré
pues siempre existe un confuso
que pueda darle mal uso
al culo que yo doné.
Muchos años lo cuidé
lavándomelo a menudo.
Para que un cirujano chulo
en dicha transplantación
se lo ponga a un maricón
y muerto me den por culo.