Bienvenidos a estas palabras del alma. Que todos nos reencontremos en el instante de su eternidad.

ARTE Y LITERATURA COMO DINÁMICA SOCIAL


                                     UNA MIRADA DESDE LA HIBRIDEZ                            
                                                                                                    
           
                                                                                                 Por  Bernardo  Silfa  Bor


         Diversas y significativas lecturas recorren las sendas del Arte y la Literatura, así como de la memoria universal de la cultura, permitiendo a investigadores hacer aproximaciones equidistantes entorno a  las interioridades,  vivencias y accionares de  individuos y colectividades. Creando así, espacios de interpretaciones en torno a la emotividad, desmotivaciones, amores y desamores,  mitos, costumbres,  creencias,  modus vivendi y frustraciones circunscritas a realidades e irrealidades aprehendidas en planos contrapuestos desde el medio o entorno o desde el sujeto mismo para transfigurarse en Arte o Literatura a través de la magia del símbolo y la metáfora,  el color y el lienzo,  el cincel y el ritmo danzarino de las notas musicales.

Arte y Literatura conjunción sonora al alma. Literatura y Arte síntesis de la existencia. Literatura-Arte circunstancias de lo conocido desconocido,  de las sociedades. Circunstancias de lo humano, del hombre. El hombre - enseña Ortega y Gasset - es él y su circunstancia. Arte-hombre-literatura, totalidad cósmica del signo social.
        
Se ha de estar consciente de que el producto presentado en toda poética sustenta el sonoro arte de la dualidad,  hombre-arte, amparado en Reiner María Rilke quien sentencia que “el arte es pasión de la totalidad” y esa totalidad es el hombre artista-escritor. La poesía es arte total. La literatura en sí misma es unidad artística. Es unidad  comunicacional. Es unidad educativa. Y es, al mismo tiempo, sustancia recreativa espiritual de origen cognitivo-afectivo.

Debe verse, y sentirse, al Arte y a la Literatura como una herramienta de pensamiento metahibrido de finalidad social.  Y Como pensamiento (metahibrido, metalingüístico y metartistico) debe constituirse en el camino hacia la expresión estilística y estética de los cosmos consumados en las psiquis sociales a través de los lenguajes poéticos y artísticos de sus creadores.

El autor como sujeto social vincula su producto artístico literario a los aconteceres de su entorno al través de la absorción de sus acciones crudas devolviéndola como producto elaborado en Arte y Literatura.

El zumo poético-artístico-literario como derivado social es en esencia tensioso y concienciador del mismo sujeto-emisor que lo genera. En efecto, poesía, arte y literatura  son unidades tensionales donde el autor “es un poco como su obra, una explosión de cosas dichas, vistas e imaginadas que pugnan por abrirse paso en el apretujado tránsito de la vida” al decir de William Mejía en los Cuentos Desechables de Rannel Báez.  

En ese sentido,  al Arte y a la Literatura hay que devolverle su función y misión social.  Hay que hacerlos útiles a las sociedades y sus sujetos. Para ello, los poetas, literatos y artistas deben concebir sus obras  volviéndolos dinámico, vivo, humano y divertido, a la vez que instructivo. Estos productos deben ser esa luz que las sociedades de esta posmodernidad -negada y defendida- han perdido en los valles de su propio engreimiento.

Y es que nos parece ilógico que el artista y el literato no hablen con sus textos lo socialmente humano. Los jóvenes escritores y artistas deben plantearse este elemento. Y deben plantéaselo en el sentido de que el escritor - artista debe ser  el primer analista, promotor y defensor de sus obras y con ellas de las sociedades que les acogen y les generan.

Para eso debe ser la literatura y el escritor, el arte y el artista. Esa debe ser su función, su misión; su sentido de ser. Debe ser esa razón para que nuestros literatos y artistas reasuman ese papel: el de razonalizar y horizontalizar los caminos torcidos que transitan nuestras sociedades de hoy, reflexionándose y reflexionándola en sus producciones.

El artista y su obra, así el escritor y la suya, no deben ser indiferentes e indolentes ante los problemas de sus sociedades. Toda sustancia textual y sus autores se permean e intersecan en esas aristas del pensamiento híbrido social de hoy.  Y es, precisamente, ese ejercicio articulativo el que proponemos aquí para enlazar la poeticidad y artisticidad con nuestras sociedades. De no lograrse la vuelta a este enlace, a este vinculo, a esta dinámica relación entre creadores, obra  y sociedad, entonces, artistas y literatos seguirán siendo, en esta selva confluencial de existencia y de mundos soñados, reales o imaginario, una especie en extinción en los niveles sociales y síquicos del pueblo.
                  
Así, igual que Juan Ramón Jiménez, pienso que el poeta debe asumir la poesía, el literato la literatura y el artista el arte  como lo que son: "tentativas de aproximación a lo absoluto por medio de los símbolos, imágenes y colores".  Aquí se asume lo absoluto, de Jiménez, como un todo social de hibridez. De ahí que la Literatura y el Arte deban volver a retomar su papel esencial ante la sociedad. Porque las voces de su entorno se abisman solitarias en sus esferas de vida, ahogándose en los mares de la sinrazón en abrumadora soledad.
        
El poeta, el artista y el literato es, aquí y allá, una entidad porosa que absorbe toda realidad líquida latente en el yo íntimo y en el yo social (fusionado por Carnero en ¨yo lirico¨); en el ser y no ser; en la sociedad y en el cosmos infinitamente poblado de posibilidades, devolviéndola (la realidad) a cada estamento o esfera social como producto descodificado sustancia, síntesis, arte, poesía. No erró el filósofo alemán Martin Heidegger al afirmar que “en la poesía el hombre se concentra sobre el fondo de su realidad humana”. Realidad que se ha erigido hibridad literaria, artística y poética.

Y es, precisamente, esa realidad la materia prima con la cual el poeta, el literato y el artista crea su mundo, su texto. Su sustancia poética, artística, literaria. El poeta y el artista son creadores de mundos paralelos y concéntricos a su realidad. Son  dioses el artista y el poeta. Así  lo ha sentenciado el nebuloso poeta Chileno Vicente Huidobro, príncipe del creacionismo estético, refiriéndose al poeta.

Son dioses el artista y  el poeta, en tanto juegan y crean con el lenguaje (metalenguaje) estructuras de vida en la página, madera, lienzo..., partiendo de que la poesía es “interpretación emotiva de la naturaleza, de la vida”, como nos lo hace saber Don Eduardo de la Barra en el prólogo al libro modernista Azul, del nicaragüense Rubén Darío cuando nos manda “a buscar en la naturaleza el secreto de la poesía”.

Allí, precisamente, deben buscar los artistas y los literatos. Es en ese  magma donde encontraran el perfil de textos poéticos, artísticos y literarios de afinidad social. Al vivenciar que la Poesía, el Arte y la Literatura son  el mismo creador en su realidad de vida. Esa realidad permite que en el Arte y la Literatura de estos tiempos se concentre una visión estética de la hibridad, ya que con ese hacer artístico-literario se funde en un mismo plano sociedad, obra y creador.

El artista y literato de hoy ha de abrir las grietas del tiempo en la búsqueda de los orígenes partiendo de su ahora. Ha de intentar refrescar el horizonte apacible reinventando las vertientes que nos han cruzado a los albores del milenio, recreando  la hibridación que somos. Ha de intencionar en sus textos  la “frescura espiritual” - anhelo de las almas - de la que nos habló Andrés Bello en sus Silvas Americanas, porque refuerza con abundante claridad que la “poesía, el arte y la literatura  son  maestra de los pueblos y de los reyes”.
        
Visto así, son la Poesía, el Arte y la Literatura maestras porque nada saben los pueblos. Pero, también,  son  Poesía, Arte y Literatura discípulos porque los pueblos todo lo saben. He aquí la dualidad  que debe anhelar todo creador: ser maestro y discípulo a la vez. Sinonimia concreta igualada a hibridad. Ese debe ser el contexto donde se inscriban los creadores de hoy. Lo dice Ernesto Sábato: ¨toda cultura es hibrida¨. Y crear es cultura.
        
El Arte y la Literatura de hoy se constituyen como un sueño tormentoso que encienden  los  fuegos creativos. Así profetiza  Goethe, al decir: “todo lo que puedas hacer o soñar que puedes, comiénzalo. La audacia tiene en sí genio, poder y magia”. Esta profecía goethiana ilumina la audacia del genio y el poder de la magia como alquimia para producir textos. Es la otra fuente a donde se debe concurrir para producir un arte y una literatura  híbrida.

Así brotan los productos artísticos literarios, en busca de los vértices que marcan el vínculo entre los creadores y sus sociedades porque como dice Sábato ¨el arte es un reflejo de la sociedad en que aparece¨ Y hoy se vive en sociedades culturalmente hibridas.

Para que ese vínculo autor-obra-sociedad se restablezca, el Arte y la Literatura en estos tiempos, debe tender a una  elaboración de clara conciencia estética de que el mismo acto de creatividad es una dinámica sociocomunicativa, socioeducativa y socioartística fundada en la hibridez y en una estructura de metalenguaje sugerente como producto funcional en las diversas dimensiones y esferas de interacción socioafectiva de los sujetos consumidores.  

La historia del Arte y la Literatura se halla plagada de productos artísticos y literarios ecléticos, que no dicen nada en sus texturas. Es decir, productos que ni comunican, ni sugieren, ni aportan conocimientos ni deleite a ningún  estamento social. Estas carencias hacen de ese Arte y de esa Literatura experiencia hueca, vacía, muerta, infuncional y frustratoria en cierto sentido.

¿Se preguntarán, entonces,  algunos artistas y literatos el por qué del abismo entre sus creaciones y la sociedad? ¿Ese abismo, no será porque no existe en sus argumentaciones textuales la realidad (soñada o real) que cercena la sociedad hibrida y global de hoy? Pienso que sí, que es por que adolecen de esa dinámica humanística, de esa vida social de pueblos y comunidades del mundo actuante. ¿Entonces, no es hora ya, de tender el puente sobre ese extensible abismo?

La consciencia ha de ser, entonces, que el Arte y la Literatura no es un insumo de su hacedor, sino de los conglomerados sociales que le alimentan. Y mucho menos entenderlo como hecho aislado del creador. Hay que verlo como una dinámica sistémica de la sociedad. ¿Acaso, no son los artistas y literatos productos de sus pueblos, como se ha indicado? ¿Acaso no es de esas dinámicas sociales desde donde les viene, les emana sus materias primas? ¿Por qué no devolvérsela, entonces?

Estas interrogantes derivan en que el Arte y la Literatura son colectividad como resultado, ya que el autor-artista se vincula al sistema creativo como intermediario-elaborador entre la obra y los sujetos sociales. Aquí se evidencia que el texto u obra, no importa el código de elaboración, por su intención no es propiedad del creador, sino del receptor social, cual fuere su esfera.

En ese sentido el fin de la obra artística o literaria debe ser un reflexivo concentrado de intención sociohumano y de interacción comunicacional para lo educativo-recreativo-divertido donde cada sujeto se encuentre consigo mismo y su contextualidad circunstancial.

Al Arte y a la Literatura de estos tiempos, a los que proponemos se le devuelva su función, sentido o intención sociohumana, no pueden seguir siendo monotemáticos como no lo son monosemánticos, si es que se quiere dimensionarlos al sujeto y su entorno. Sugerimos aquí un a Arte y Literatura de la politemia polisémica.

¿Por qué vigenciar una estética de contradicción como lo es el binomio monotémico-polisémico, cuando  se puede dinamizar la textualidad con la dualidad polisémica-politémica? 

Nuestro convencimiento y sustentación de una estética de creación politemática circundada y sostenida por unidades artísticas polisémicas entrelazadas es lo que nos permite el planteamiento de un Arte y Literatura por y para los sujetos sociales.

Esta estéticasustentada en unidades politémica - polisémica versus la tradicional estética que se sustenta en unidades monotémica - polisémica como unidades binarias de creación garantiza un consumo consciente y fundacional de los productos literarios y artístico. Vínculo que en estos momentos avanza a pasos lentos, por esa monotonía que ha prevalecido en la modernidad.

Este  sentido socioartístico y humano del Arte y la Literatura se sustenta en esa dualidad estética politemática y polisemántica acentuada  en los actuales enfoques de hibridación social que rigen en la actualidad todo el accionar Latinoamericano.

En ese sentido, se hace necesario dejar planteada la siguiente interrogante: ¿No saldrá ganancioso el Arte y la Literatura, si se trabajase en la misma unidad poética o artística todos los temas posibles generados en el contexto socioambiental del creador y el sujeto receptor?

Este planteamiento politémico combina en una unidad estética de creación todos los posibles temáticos  generando como un núcleo de sistema abierto  al producto artístico literario.

Este planteamiento se adhiere al afianzamiento de una visión sicosociológica, autónoma e independiente de hibridación social, que toca en primacía lo artístico literario en el pensamiento de la cultural.

Esta visión de hibridad sitúa  al Arte y a la Literatura en una componenda semántica-temática de origen sicosocial que sólo es posible en los mundos socioléxicos de los creadores en sociedad con sus semejantes.

Así,  se entiende sustancia vivenciar de los sociolectores en sus interexistencialidades como generatrices y como entes de consumo en sus realidades duales de soporte y destino del producto artístico literario politemático que se define desde estas sociedades de la hibridez.

Este concepto estético entendido como elaboración de conjunto temático y semántico en unidades artísticas literarias hace mucho más efectivo y transitable el sendero de la creación hacia su fin último: servir a la sociedad en evolución como dinámica lúdica sociohumana.        
                                                                        
                                                                                               
                                                                                                      
             
           





    
Nota:
Roosevelt Mendez, pintor y escultor de Azua, es un magnifico artista que trasciende el litoral caribello. Autor de estas hermosas pituras.

Del Mito a la Metapoesía


Identidad Sanjuanera


José Enrique Méndez

Aunque existen diversas perspectivas y puntos de vista alrededor de los mitos y su definición, en el presente trabajo lo consideraremos como aquellos relatos fundadores que los miembros de una sociedad se transmiten de generación en generación desde los tiempos más antiguos [1]. Sobre la noción que nos ocupa, Arrom dice:
“Los mitos suelen ser compendios de las experiencias de un pueblo, fuente de sus mejores obras de arte y origen de sus creencias más profundas y significativas”.

Como podemos ver, regularmente el origen de un mito puede encontrarse en un acontecimiento histórico ocurrido en un pasado ignoto. El suceso se conserva en la tradición oral, y poco a poco, con el correr del tiempo se va llenado de fantasía. Cabe señalar que no es solamente cualquier clase de historia, al decir griego, sino también la creación de dioses, semidioses, sus hazañas y hasta la factura de una cosmogonía dubitable o no [2].

Al respecto, José Echeverría ha dicho:
“El mito ha de expresar en forma sucesiva y anecdótica lo que es supratemporal y permanente, lo que jamás deja de ocurrir y que, como paradigma, vale para todos los tiempos”[3]

La poesía desde sus orígenes ha dado expresión al mito. La poesía dramática durante largo tiempo fue sólo la representación del mito en forma de acción directa. En ella la acción se desarrollaba mediante diálogos. Cuando el poema estaba consagrado a un hecho solemne e incluía un final trágico, la obra pertenecía a la tragedia. Por su parte, la poesía épica representó el mito en forma de narración. En su Historia de la Estética, Bayer destaca que “entre los poetas épicos, la naturaleza era algo muerto, objetivo, sin duda, animado por dioses y diosas”[4]; y aun “para la lírica, los paisajes eran estados de ánimo; la naturaleza se espiritualizaba y humanizaba”[5], más individual en su expresión, le prestó al mito su voz musical.

Hurgando en el pasado, hoy es posible una recreación demiúrgica poética-literaria a partir de los mitos, estableciendo paralelismo con las leyendas de las fuentes originales, conservando en lo posible la mayor fidelidad en la sintaxis, imprimiéndoles una coherencia poética por medio de la re narración enriquecida, pero rellenando el texto con hermosas imágenes desde las zonas obscuras y abismales del inconsciente: ejes recónditos invisibles de la metapoesia, espacio donde el poema se deja poseer por el ámbito maravilloso del sueño surrealista y el metalenguaje.

Abraham Méndez Vargas, al referirse a mi trabajo metapoético, apunta las siguientes ideas, que son, a mi juicio, igualmente válidas al quehacer propiamente de la Metapoesía en su entrecruce con el mito:
"... la metapoesía tiene la magia de introducirnos de soslayo en la historia del mundo, a partir de ejemplos sencillos, como ‘percepción de simples realidades’ que son como el meollo que sirven de conducto, en su decir original y sin valerse de la retórica clásica, la cual conoce sobremanera, por donde las ‘cosas todas’ que acaecen, ‘presentes sucesivas’, pues la realidad nunca cesa, como el tiempo es sucesivo, y entonces va ‘decursando siempre hacia refugios de desolaciones’, porque la humanidad parece retroceder cuando ha alcanzado cierto grado de civilización, y es por eso que el poeta vuelve al pasado, detrás de esas ‘simples realidades”.

La metapoesia puede dar ilación y continuidad, formas al simbolismo del mito re- narrado, respetando la atmósfera de los originales

En este nuevo campo de la metapoesía- mito, entra en juego la pulsión vital de la descomposición y recomposición, muerte inevitable, y el reconocimiento de la memoria como recuperación del todo, de la identidad; es como soñar despierto la idea de aquellos lejanos saberes primigenios, reconstruyendo el ámbito de lo maravilloso, mediante una asociación de palabras, recuperadas desde todas las manifestaciones del sueño inconsciente.

Abraham Méndez Vargas descubre la neuroplasticidad positiva, la coherencia simbólica, la inserción del elemento meta-onírico en nuestro trabajo metapoético y una vez más al hacer referencia a nuestra creación metapoética, expresa:

“…. es el alma de Dios que habita en los tiempos remotos que nos cobijan los sueños, porque siente que desde el fondo de la tierra sangre aborigen exige no sólo la justicia de la flor de níspero disperso de su agonía crística, sino que también sus ritos y tongoneos de fieros acadios quieren decirnos el color de sus sueños de flor de culo de bruja azul celeste[6].

En este proceso de Mito – Metapoesía, la memoria es poética. Ella crea o fabrica la imagen de su propio devenir, el proceso es creativo y el metalenguaje asume el papel discursivo mediante su voz propia, entonces ocurre, en este sentido, poesía antropológica o antropología poética. La metapoesia, conocedora de la antropología, crea literatura. A partir de la poesía podemos recrear descripciones etnográficas.
[1] Pierre Bonte y Michael Izard. Diccionario Akal de etnología y antropología. p.495
[2] Pag7 Mitología Cubana, Samuel Feijáo
[3] Canto al canto, Cemí, Leyendas y Mitos, Sadi Orsini Luiggi, pag. 12
[4] Historia de la Estetica , Raymond Bayer, Pag.27
[5] Ibidem
[6] Neuroplasticida, Abraham Méndez Vargas, http://identidadsanjuanera.blogspot.com/2009/08/neuroplasticida.html


José Enrique Méndez 


Nació en San Juan de la Maguana, República Dominicana. Poeta, narrador e investigador. Activo gestor de proyectos culturales vinculados con su provincia de origen.

POEMAS DE ANTONIO ARROYO SILVA





Antonio Arroyo Silva

QUINTO MOVIMIENTO




1

Hay demasiado abismo en la raíz,
no fulge
la ondilación abajo.
No cruje como el néctar
en la lengua del bosque.

Un ciprés invertido
hacia el dolor del tallo.
La aspersión de la rama
se retuerce hacia adentro.
La redondez del hoyo,
la vigilia del labio.


2

Demasiado temor
la sabina en su carne.
Un almíbar ajado por la acritud del hueco
se dispersa en los poros de la salvia,
se adhiere a las manos que hablan
de su desasosiego
de verterse en la sed.


3

La torsíón del alisio.
Discurre su aspereza
hacia arriba hacia abajo
en un río de hojas.

Transparencia del verde
sobre las manos frías.
La sabina le habla
al huracán dormido.


4

Escucha a la sabina
reptando la conciencia
del mirlo allá en la cresta.

Anochece el plumaje
que eriza el desarraigo
de la cálida copa.

La raíz en el pico,
la fuga de lo denso.


5

Te dirán la sintaxis
de su respiración,
la negritud del hueco
en su fruto azulado,
la blancura de ser
huérfano del eclipse.

Te dirán las sabinas
su lenguaje de ondas
más allá del silencio.


6

Hay demasiado abismo,
demasiado temor.
La torsión del alisio
escucha a la sabina.
Transite la corteza
su roja nervadura.

A vaciar la oquedad
de adorables cadáveres.


7

Mas no la pesadumbre ni la danza fugaz
del viento huracanado.

No el vahído del búho en la pared mojada
de su desasosiego.

Redondez de sabina: el hueco más allá
de la lámpara verde.

Espora de los pasos
fisgonea el fulgor
del bosque que trasvasa mi saliva de estar
en el vientre del bosque.


CIUDADES
Tienen costra de años y de pájaros
las ciudades del odio. Tienen nieve
desteñida en sus pétalos azules.

Mustio desasosiego, no hay noche
en la mirada dulce de los álamos
ni en la parada triste hacia el olvido.

No hay día en los semáforos del liquen.
Hay un residuo viejo, una cáscara
de soledad mordida por la luz.

Tienen costra de cóncavo aleteo
los cristales ajados de la aurora.
Tienen máscara encima del vacío.


EL VIENTO (Todos invitados)
1


Sangrado por la crin

de los caballos

llega el viento


Aúlla donde el lobo

mece la hierba


2


Palmera de cristal

que silba en las orejas

del helecho


Vidrieras del fervor

con la fiebre encendida


La melena del viento


La maleza azul

cuando reposa


3


Discurrir

no pensar


El río no es zapato

de la aspersión


Relamer las luciérnagas

Engullir

su melaza de luz


4


Animal esparcido

el viento

Poro de ti

Huracán de los poros

muerde la soledad

la deshila de dientes











5


Del cobre trae pestañas


Un sol es el azogue

de las algas


Serpentea de peces

en la escama del viento


Crepitar en la luz

no deja en la ceniza

las huellas del vahído


Pero sigue animal

el paso de la lluvia



6


Mariposa es trinquete

palo mayor del cielo


Nada más un velamen


No el país de los pies

Las tederas y el musgo

no marchitan naranjas


7


Uñas no afilan vientres

de lechuza


Uñas de aulaga nacen

donde empuja la luz

y esparce

las ventanas del viento


8


Arrecia el animal

esparcido


Serpiente

al acecho no llega

mientras gira y transcurre


Del cobre

trae pestañas verdes

Uñas sangrando

por la crin de la hierba

o el pisar del caballo

en las gerias del viento


No el país de los pies

No la distancia líquida

de girar lo desnudo

en los páramos rojos


Mariposa no más

silbando en las orejas

un orujo de luz

BREVE BIOGRAFIA DE ANTONIO ARROYO SILVA

Antonio Fernando Arroyo Silva nació en Santa Cruz de La Palma 
el 21 de septiembre de 1957, isla de La Palma, Canarias. 
En dicha ciudad hizo sus estudios de Primaria y Bachillerato. 
Es licenciado en Filología Hispánica por la Universidad de La Laguna. 
Actualmente es profesor de Lengua y Literatura Castellanas en 
el Instituto de Enseñanza Secundaria de Santa María de Guía 
desde hace más de veinte años. Pero esto, aparte de su gusto por la 
enseñanza, es una cuestión alimenticia que nada o casi nada tienen 
que ver con su vocación por las Bellas Letras, sobre todo por la lírica. 



Bernardo Silfa Bor desde la Máscara de la Imago

Por José Enrique Méndez Díaz

La desenvoltura metapoetica de Silfa logra desandar
los sueños que pueblan la luz de las sendas de sus
terruños, la vieja sementera de sus cultivos de sal.
Doblando sus aristas, descubre la visión otra
parcializada de la realidad, presente en sus pasiones,
la “visión oculta del antifaz oblicuo” , “bajo la
embriaguez de la mascara y el ojo dejado en la senda”.

Bernardo Silfa destalla la vastedad de la Imago , su
vocación de inversión y persistencia.

En “Máscara de la Imago”, Bernardo Silfa, descubre el
vigor del juego metapoetico, el surco del metalenguaje
en la poesía, el desbalance. Logra en su boca,
despalabrar las palabras, dotar de antifaces los
vocablos y las voces.

Nombra y simula, construye un nuevo mundo semiótico
posible, una nueva percepción del espacio y sus
andanzas, el horizonte y su litoral, la densidad de
sus signos divinos, su ocupante armonía y plenitud ,
un nuevo “toledot” hebreo, la fecundidad creadora, la
idea implícita de un retorno o eterno nacimiento o
generación, la metacreacion .


Con antifaces oblicuos tejidos de consonantes y
pronombres, “ Máscara de la Imago” toca lo que nos
sobrepasa, aspectos fundamentales de la
existencialidad, la transverdad silenciosa: la
normalidad de las aguas y sus miniadas presencias
centellantes.
Nombra, “el pasado en el ojo visor del árbol prohibido
en el primer jardín desplantado como signo”; el fruto
fermentado de la manzana, la metáfora “que busca
territorios pensados desde el cuerpo. Descubre en
ellos la imago apoderada que ausculta el deseo, la
pasión que piensa y consume.

Es entonces cuando “el susurro displicente elevado a
máscara le nombra
en el ciclo conjuro del secreto”.

Bajo la embriaguez de la máscara y el ojo dejado en la
senda, el rito místico de la imago en los metapoemas
de Silfa sesgan los rostros con el asombro.
La imago en todo se nombra, en la risa, en el sonido,
en las lagrimas, .en el virus de la esquina, en las
rosas plantadas, en la lengua en gestación de hembra,
en el rito cadencial, en el ritmo pendular en la
cintura.

Y es así como Bernardo Silfa la nombra en su obra
ganadora del Premio Internacional de Poesía de Casa de
Teatro 2004:
:

Alguien la nombra imaga
alguien la gesta astro desde la boca
desde la pronunciación unívoca
en el concierto verbal del gozo
ante el retorno de la semilla
pero acaso ese alguien es la revelación
del intimo centro universal de las almas
acaso esas voces que se nombran en ella
son las del mago que abre su cristal
para visibilizarla como luz de la uva
como luz de la naranja
del jardín
para darla como sonata compuesta
de partituras hambrientas de abrazos
en las claves náuticas del camuflaje
donde se desvanecen los silencios


http://www.provincias.com.do/cultura/