Bernardo Silfa Bor
Al leer este poema de la poeta dominicana Elsa Báez y los comentarios que de él han dejado algunos amigos de la autora -poetas y escritores unos, otros sólo sus buenos amigos- he sentido el irresistible deseo de comentarlo y dar mi punto de vista, aunque sea en la brevedad del tiempo que dispongo en estos momentos en que se ha asomado a mí su poema DONADOR DE ESPERMA como una gracia sublime de manifestación humana.
Es posible- digo sólo posible- que la fuerte presencia del enfrentamiento del poema con él mismo, con su propio autor y desde ahí con su lector, como ocurre en gran parte de sus otros poemas, sea donde se encuentre la grandeza y la fortaleza poética de DONADOR DE ESPERMA como poemática y de Elsa Báez como poeta, ya que ambos exploran los ámbitos de la esencia de la metapoesía como instancia y espacio de la creación.
Así la imagen ¨No restan, ni cimientos de ruinas¨ en el poema de Elsa, a pesar de los relámpagos de dolor que le anteceden y la desembocan, saben a ese recodo de aliento y esperanza de permanencia y vida que significan los diamantes obsequiados en el contexto de espacio y existencia del poema. Su poema es un desgarrador canto de amor y desamor, de cuestionamientos cuestionados, es el sueño del deseo de y por la libertad. ¨Donador de esperma¨, desde esa mirada del lenguaje que dialoga y polemiza con el lenguaje y el poema en el poema, alude a entidades (hombre o Dios ) dadoras de vida en tanto juntura y juego en el acto de ¨la creación de vida¨ y la divina luz del regalo ¨dos diminutas piedras¨.
DOMADOR DE ESPERMA es politemia y polisemia -hibridad metapoética- en la rebeldía de un ¨yo poético¨ que reclama su espacio y la presencia del Otro por que como dice la autora ¨ Liberé tu memoria y tu pie¨. En este sentido se debe afirmar que es Elsa, posiblemente como refiere Juan Freddy Armando, heredera de esa memoria histórica literaria inglesa-oriental. Pero también, hay que decirlo, en la poética de Elsa Báez, afloran esas raíces de la última gran poesía española que Juan Freddy le niega. En ella se puede ver a Jaime Gil de Biedma, a José Angel Valente, a José Hierro, a Guillermo Carnero, a Pedro Gimferer, así como a cualquiera de los chilenos Roka, Parra Enrique Linn. De seguro que en esas herencias, a conciencia o no, como bien dice Armando, habrán otros autores, que como éstos y ella, arden el lenguaje y el poema haciéndolos sus propios objetos de fascinación, habla, dialogo y polémica poética. Es por esta novedosa fusión de tradición poética anglo-hispan-oriental, que Elsa Báez se encamina a ser una de las poetas dominicanas de relevancia.
Finalmente, acerca del poema de Elsa, termino diciendo, con un verso de la Balada de Pablo de Rokha que, el acontecimiento floreal del poema estimula mis nervios sonantes. Así tendremos Elsa Báez por donde quiera que se diga poesía.
Bernardo Silfa Bor
Desde la Otra Orilla
Murcia, España
29/05/2010
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