Por Bernardo Silfa Bor
Al mirar profundo en tus ojos
en esos ojos de luz
que conducen lúdicos
a la blancura del alma
me humedezco de gozo
al saberme mirado por ti
en la eterna plenitud
que nos une al tiempo
al tocar la dulce tersura de tu piel
piel aromada de esencia vital
para el aliento que me llena
cuando respiro el sabroso olor a fruta
que circula por la sonrisa de tu boca
me humedezco de gozo
al saberme acariciado por ti
en la repetición ardiente del beso
el universo ahora se abre infinito
a la dulce comunión de los cuerpos
a estos cuerpos que tenemos
como diálogo divino
mientras yo humedecido de gozo
te susurro al oído
la inmensidad de lo vivido.
2 comentarios:
Sutil virtualidad metapoética desde la otra senda de la luz, vitalidad de palabras hablando a palabras, ver incorporando emociones, pasión por el lenguaje que habla del lenguaje, habitando el poema fundado en un decir estetizado e imaginante.
Gracias por tus palabras Ike.
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