Por Bernardo Silfa Bor
Ser poseedor de la virtuosa posibilidad de retratar o capturar en ráfagas de versos, emociones, sueños, sensibilidades...; así como episodios instantáneos y esporádicos, de espacio y de tiempo, que se suceden y superponen infinitamente reales en las vidas cotidianas de los transeúntes inocultos de algún indeterminado lugar o rincón del globo planetario, es dimensionarse confabulador del Dios incansablemente creador.
Tener esa capacidad de vencer, a base de presencialidad poética, el vacío sugerente e invitante de la página -electrónica o papel- es alcanzar el sentido de sentirse Ser, ahora que/ soy un poco más de lo mismo/.../ahora que soy lo que decido.
En este Silabario Sin Rumbo, Nicolás Mateo ha decidido asumir la posibilidad responsable de trasgredir la barrera de su yo interior y transmutarse en poesía junto o a partir de las realidades e irrealidades que le perturban o le alegran como hombre que ama. Este poemario es la reafirmación de un hacer y un decir que se fundamenta en la verdad existencial que ha vivido como hombre y como ente social el propio poeta que canta y que se canta desde y a sí mismo, las vicisitudes que le circundan e interiorizan.
Silabario Sin Rumbo marca esa instancia poemática, que es el metapoema, en donde las diversas temáticas se entrecruzan en un dialogo abierto que se inscribe sello e identidad. Ser en hibridad.
Este Silabear sin Rumbo de Mateo se inscribe conversación del autor con su entorno y circunstancia desde él y para el otro y para él mismo. Circunstancia y entorno que en todo el libro es la mujer amada. Es el ahogo de no sentirse amado. Dice el poeta: descendí a mis adentro cual hipocampo en la noche y agrega: de tanto quedarme dentro mi llanto se fugo de ti.
Nicolás Mateo en Silabario Sin Rumbo es el muestrario de un discurso tejido desde la carne misma de un lenguaje que se busca en cada pulso de creación dibujo sin rumbo en el eje coordenado del mapa que el poeta se ha confeccionado para poder llegar y acceder a él mismo para saciarse de esa libertad interior y esencial que alcanza a producirle la muerte.
Y Así termina Nicolás Mateo su poemario, diciendo: Cuando deje en el camino/mi último hálito de vida/el viento murmurara mi epitafio/murió de liberta.
Pocos son los hombres que tienen la posibilidad de mirarse a sí mismos. Nicolás Mateo es uno de esos pocos y su testimonio material es este Silabario Sin Rumbo.
Texto de presentación del poemario Silabario Sin Rumbo del poeta dominicano Nicolás Mateo en el marco del V Congreso Global de Metapoesía Madrid 2010 que se celebró en octubre de ese año. La presentación fue realizada por el poeta dominicano residente en Murcia Bernardo Silfa Bor.
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